Más allá del vehículo eléctrico: avanzando hacia un futuro sostenible en movilidad

Sara Cesín

Representante de Marketing

Aunque cada vez es más común escuchar que los vehículos ACES (Autonomous, Connected, Electric & Shared) acabarán sustituyendo a los vehículos tradicionales, todavía quedan muchas incógnitas sobre cómo se usarán realmente en diferentes contextos y países.

Reunimos a dos grandes expertos en movilidad para identificar los retos y propuestas que los actores de la industria deberán afrontar para prosperar en esta nueva revolución del transporte.

Anteriormente VP de Tesla en la zona EMEA, y actualmente CEO de b3 Energy, Ben Hill se unió a Jaime Moreno, CEO de Mormedi, para discutir los retos a los que se deberá enfocar el sector desde el punto de vista de la experiencia de usuario, la infraestructura, el diseño, y la tecnología.

Aquí hemos recogido cinco conclusiones clave de su conversación.

La sostenibilidad es costosa

Aunque los vehículos eléctricos llevan ya algunos años en el mercado, la aceptación está retrasando el potencial que podrían tener. Esto se debe, principalmente, a las dificultades que supone poseer un vehículo eléctrico. ¿Cuáles son los puntos críticos por solucionar para facilitar la transición de vehículos regulares a vehículos eléctricos?

Según Jaime, aunque todo el mundo quiera tener un vehículo sostenible, no todos están dispuestos a pagar una suma considerable por adelantado. Ben asiente, y añade que, al considerar los inconvenientes y costes de cargar un vehículo eléctrico, es normal que la gente tenga dudas. Sin embargo, estos costes están bajando gracias a un incremento en el volumen y escala del mercado. Asimismo, la tecnología que tenemos actualmente mejorará y cambiará en los próximos 3-5 años, aliviando ciertas dificultades como las limitaciones de baterías, o la infraestructura de carga en ciudades.

Miedo a lo desconocido

Un aspecto planteado por Ben es el hecho de que mucha gente tiene miedo a tener un vehículo eléctrico. Desde el punto de vista de la experiencia del consumidor, se podría pensar que los vehículos eléctricos no tienen suficiente rango para viajes largos. Otra preocupación es el no poder cargar los vehículos por una falta de infraestructura en ciudades y carreteras.

Similarmente, Jaime indica que el rango es uno de los mayores problemas. “Mucha gente tiene un solo coche. Si no pueden usar un vehículo para irse de vacaciones, no van a comprarlo.” Sobre esto, Ben añadió que la tecnología de estos vehículos sigue en desarrollo y mejorará, dando solución a estas barreras.

La opción menos contaminante – de momento

Solemos pensar en los vehículos eléctricos como una solución ecológica en movilidad. Sin embargo, es una realidad que las baterías de litio tienen un impacto negativo en el medio ambiente al ser desechadas.

Según Jaime, esto es importante para los usuarios, quienes se preguntan qué harán con una batería de litio cuando ya no la puedan seguir usando. Si no se eliminan correctamente, se pierde el propósito de la sostenibilidad. Aun así, Jaime cree que los vehículos eléctricos representan una gran respuesta a los problemas de contaminación en ciudades. Jaime sostiene que en los próximos 3 o 5 años veremos a muchas ciudades prohibir el acceso de coches con motor de combustión a sus áreas centrales, motivando a sus habitantes a adoptar nuevas soluciones de movilidad.

Ben explica que existe legislación muy estricta sobre cómo deshacerse de baterías de litio, así como empresas que se encargan de reciclarlas: “Se puede aprovechar, probablemente, un 70% de las baterías; el otro 30% que no puede ser reciclado deber ser eliminado como residuos químicos. Sin embargo, esta sigue siendo la más limpia de las opciones contaminantes. Siempre que podamos reciclar y obtener el valor máximo de las baterías de litio será nuestra mejor opción.”

Vehículos autónomos: disfruta del viaje

En cuanto a la movilidad como servicio (MaaS), es probable que en pocos años veamos la gran mayoría de desplazamientos de pasajeros llevados a cabo con vehículos de flota, en lugar de coches privados, especialmente si tenemos en cuenta una potencial transición a vehículos autónomos (AVs). Si el público ahora es ahora mismo escéptico sobre los vehículos eléctricos, ¿será difícil para los consumidores aceptar los vehículos autónomos?

Según Jaime, tanto fabricantes como operadores necesitan desarrollar una relación de confianza con los consumidores. Sostiene que ya existe un precedente, como es el caso de los trenes sin conductor en aeropuertos, donde los pasajeros se sienten cómodos. Sin embargo, Jaime cree que “la gente necesita sentirse cómoda en las calles; esto significa que tiene que haber un cambio de comportamiento, y para un cambio de comportamiento necesitamos de 3 a 8 años.”

Los vehículos autónomos también plantean la pregunta de cómo será la experiencia de usuario cuando estos pasen de ser conductores a pasajeros. Cuando consideramos los diferentes tipos de servicios que las compañías automovilísticas podrían ofrecer a los pasajeros de vehículos eléctricos, Ben comenta que “hoy en día, todo el mundo está conectado, salvo si estamos conduciendo. Si estamos conectados conduciendo, significa que estamos haciendo algo ilegal o peligroso… Los vehículos autónomos nos brindan la oportunidad de hacer uso de este tiempo muerto que pasamos en un vehículo.” Esto significa una gran oportunidad para distribuidores comerciales, servicios personalizados, etc. El diseño estratégico, centrado en la experiencia del usuario, juega un rol importante a la hora de descubrir las necesidades del usuario y diseñar con estas en mente, comenta Ben.

Ganadores y perdedores

Finalmente, preguntamos a nuestros dos ponentes quién serán los ganadores y perdedores en esta revolución de la movilidad eléctrica. ¿Quién se beneficiará de los cambios, y quién sufrirá según la movilidad cambia con los años?

Ben cree que las empresas de automóviles tendrán dificultades a la hora de dejar atrás el modelo de concesionarios, por lo que tendrán que innovar o cambiar el modo en el que ven el mercado. Lo mismo se aplica a las petrolíferas, que tendrán que replantear sus conceptos de distribución para seguir siendo rentables.

Además, Ben cree que los usuarios van a ganar mucho. Por ejemplo, algunos vehículos eléctricos tienen la capacidad de almacenar energía que, dependiendo de la legislación local, puede ser vendida de vuelta a la red. Según Ben, esto reduce la necesidad de generación centralizada de electricidad en centrales, y podría reducir significativamente el coste de la electricidad.

Para Jaime, en la próxima década el 80% o más de las nuevas ventas de vehículos serán a flotas, y los márgenes serán más bajos. “Creo que va a haber fusiones entre concesionarios y marcas, así como una reducción en el número de marcas de automóvil. En unos 10 años, creo que habremos visto la mayor disrupción de la industria de automóvil de los últimos 100 años”.

¿Y tú qué piensas?Mándanos tus comentarios a comunicacion@mormedi.com o déjanos tus datos de contacto para estar al día de todos los insights de Mormedi. Nos encanta co-construir nuestro contenido, por lo que si te gustaría que profundizáramos en algo, no dudes en escribirnos.