En estos días se ha realizado la primera versión de la feria IAA MOBILITY, erróneamente conocida como el Salón del automóvil de Múnich, ya que está organizada por la Asociación de la Industria Automovilística Alemana (VDA, por sus siglas en alemán) y ha llegado a reemplazar al tradicional Salón del automóvil de Frankfurt, que se celebraba bianualmente desde el año 1897.
El mundo está cambiando, y la VDA no sólo lo ha sabido ver, sino que ha sabido tomar acciones, logrando en este año -que sigue siendo de pandemia- más de 400 mil participantes de 95 países, 744 exhibidores, sobre todo mucha gente joven, cerca del 70% de los visitantes fueron menores de 40 años.
No es casualidad que hayan podido llegar a un público millennial y GenZ. Por primera vez, este icónico evento ha dejado de ser una actividad en un recinto ferial a las afueras, sino que se ha realizado tanto dentro como fuera de la ciudad, con el objetivo de estar al alcance del peatón, aquel que a veces se transporta en coches compartidos, bicicletas eléctricas, ¨ scooters¨, y que está transformando el mundo de la movilidad.
Ha sido interesante ver cómo las marcas de lujo, que en años anteriores iban a lucir sus más ostentosos modelos, este año han apostado por la micro movilidad, la conveniencia, los coches compactos y las motocicletas eléctricas.
Por otro lado, hemos visto una mayor presencia de vehículos autónomos, como el robo taxi de Hyundai.
La impresión 3D también ha estado presente, con un nuevo modelo de bicicleta eléctrica fabricada con impresión 3D.
Además de haber notado un incuestionable protagonismo de marcas chinas, me ha llamado mucho la atención encontrar un pabellón entero con más de 75 marcas de bicicletas y ¨scooter¨s, así como compañías de tecnología y start-ups de movilidad.
¨Back to basics¨ en movilidad urbana
Estamos viendo un ¨back to basics¨, devolviéndole las ciudades a los peatones, a los patinetes, a las bicicletas, sólo que esta vez son eléctricas y con un gran cajón para el transporte de paquetería de última milla. Claramente se está buscando que las ciudades tengan menos coches, dándole prioridad a los vehículos más lentos. Lo estamos viendo en Madrid, por ejemplo, donde la velocidad máxima en calles de un sentido es de 30km/h. Más drásticos han sido en Paris, la capital francesa ha impuesto este límite de velocidad, prácticamente en toda la ciudad.
Por último, así como el vehículo eléctrico se está imponiendo como la solución sostenible para las ciudades, en esta feria se ha podido ver cómo el hidrógeno se está posicionando como la alternativa para vehículos más pesados, con marcas como Quantron.
En definitiva, la IAA MOBILITY ha logrado su cometido de pasar de ser una feria de automoción a una plataforma de movilidad, congregando a importantes protagonistas del futuro de la movilidad, en la que ya no prima el lujo, sino la funcionalidad, practicidad y sostenibilidad, y, sobre todo, las personas.
Vamos a crecer ¡juntos!
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